La tenencia de la tierra en Corinto

Con el fin de comprender la situación de la tenencia de la tierra en Corinto, El Nuevo Liberal invitó al profesor de la Universidad del Cauca, Juan Manuel Paz, que cuente parte de su trabajo investigativo sobre este tema.

Por Juan Manuel Paz Otero.
Economista.
Docente Universidad del Cauca.
 

DSC_8043Profesor Juan Manuel Paz. /Fotografía: Dairo Ortega – El Nuevo Liberal.

Los eternos problemas de la inequitativa e injusta distribución de la tierra vuelven a la carretera, a la altura del municipio de Corinto. Otra vez enfrentamientos, taponamientos y heridos.
A los medios de comunicación se les olvida contar las razones del porqué en Corinto la vía Panamericana se bloquea. La ciudadanía debe saber sobre la estructura de la tenencia de la tierra y así evitar que cada quien especule alrededor de este álgido problema.
 
El proceso histórico de la evolución de la distribución de la tierra en este municipio, durante los últimos treinta y siete años no cabe en este espacio, por tanto solo voy a referirme a la tenencia de la tierra en el año 2010, con base en la información obtenida del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC).
 
La información que suministra el IGAC, no permite diferenciar con detalle -predios, propietarios y superficie- qué pertenece a los indígenas y qué a los ‘blancos’, lo que dificulta un análisis más objetivo.
Empecemos por decir que Corinto cuenta con una superficie cercana a las treinta mil (30.000) hectáreas, y es habitada según el Censo de Población del año 2005, por 22.825 personas de las cuales 12.080 (52,92%) se localizaban en las áreas rurales y el resto (10.745) en las zonas urbanas.
 
De conformidad con los estudios realizados por la Unidad Regional de Planificación Urbana (URPA) del Cauca, en el año de 1987 el territorio municipal contaba con 5.982 hectáreas para uso agrícola (22,19%), para actividades pecuarias la superficie era de 11.654 hectáreas (43,23%), los bosques cubrían una extension de 8.981 hectáreas (33,28%) y las áreas sin uso agrícola alcanzaban las 351 hectáreas para un 1.3%.
 
En consecuencia la frontera agrícola del municipio en mención solo llega a una extensión de 17.636 hectáreas. Ahora descontando la tierra de los “blancos”-cultivos de caña de azúcar- se podría decir que en promedio a cada indígena le corresponde una hectárea (1Ha) con la cual no se garantiza ni la seguridad alimentaria personal.
 
Hay que tener en cuenta, que en los predios de menor extensión, los campesinos e indígenas están obligados a sembrar, cosechar, sin que el suelo descanse, (no hay posibilidades de rotación), por cuanto se agota la potencialidad físico química del suelo; además la explotación de la tierra aun es artesanal y esto se traduce en muy bajos rendimientos y eso sin contar con la cosmovisión que identifica a los pueblos ancentrales.
Esta situación es cada vez más aguda porque la política ha sido solo el reparto de tierras, y nunca se ha manejado bajo el concepto de integralidad; el cual debe considerar aspectos tales como la asistencia técnica; crédito oportuno, económico y con capacidad para el mercadeo y la comercialización.
 
Adicional a lo anterior se debe garantizar precios de sustentación, infraestructura de servicios públicos, adecuación de tierras, silos y almacenamientos, minimizar la intermediación privada, mejoramiento vial, impulso a procesos cooperativos, control al precio de insumos y materias primas y finalmente calidad en los servicios de educación y salud, etc.
En Corinto, la URPA del Cauca encontró que de las 3.976 hectáreas, 3.127 contienen los mejores suelos (78,84%), es bueno aclarar que la clasificación agrológica categoriza del I al IV a las mejores tierras, el resto hasta el VIII son áreas con pendientes pronunciadas. Los cultivos de caña de azúcar en este municipio probablemente se localizan en las tres primeras clases agrológicas (3.127 Has).
 
Los datos catastrales del Agustín Codazzi, permiten inferir la inequitativa e injusta distribución de la propiedad rural en el municipio de Corinto. Agudizada año tras año según la variación del Índice de Gini que pasó del 0,88 en 1973 al 0,90 en 2010 -cuan más cerca de uno hay mayor inequidad-.
Por otra parte, de los 2.771 predios contabilizados por el IGAC, en el 2010, el 69% (1.912 predios) correspondían a minifundios (áreas menores a 5 Has), las cuales ocupan el 9,36% del territorio municipal (2.868Has), es decir, el promedio por predio es de hectárea y media (1,5Ha).
 
La anterior situación se contrasta con la gran propiedad (más de 100 Has) que con 32 predios (1,15%), cubren el 42.26% del área municipal (12.956 Has), para un tamaño medio por predio de 404,8 hectáreas.
Pero, la Unidad Agrícola Familiar (UAF) para el Cauca es de 13 hectáreas. En otras palabras cada familia campesina o indígena debería contar con dos (2) UAF, o sea con una extension promedia de 20 hectáreas, para tener una mejor calidad de vida.
Si un poco más del setenta y cinco por ciento de la población rural del Cauca, posee menos del cinco por ciento de la superficie bruta, es evidente que estamos muy lejos de alcanzar una justa y equitativa distribución de este fundamental factor de producción.
 
Por lo pronto, ¿en los acuerdos de la Habana será posible firmar un modo de vida compatible con la dignidad de los seres humanos? Y que los Ingenios se dediquen a producir alimentos y no etanol y que las comunidades indígenas repartan, de manera más justa y equitativa, al interior de sus territorios, sus no despreciables propiedades colectivas; sin olvidar a los campesinos.
 
 
Tipos de propiedad en el municipio de Corinto
año 2010
TIPO DE PREDIOS SUPERFICIE
PROPIEDAD % %
Minifundio 1.912 69,00 2.868 9,36
Pequeña p. 573 20,68 5.925 19,33
Mediana p. 254 9,17 8.906 29,05
Gran p. 32 1,15 12.956 42,26
Total 2.771 100 30.655 100
Fuente: IGAC. Cálculos del Autor

 

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