Guanadule - Tule - Cuna

gunadule

OTROS NOMBRES

Guanadule, Tula, Cuna "La gente" -  Tule, cuna, kuna, tacarcuna, cerracuna, darienes.

UBICACIÓN GEOGRÁFICA

La mayor parte del pueblo tule se encuentra ubicado en Panamá, en las comarcas Kuna Yala, Madungandí, Wargantí y Wala. En Colombia se encuentra actualmente en el resguardo Caimán Nuevo, en el departamento de Antioquia, y en el resguardo Arquía, en el departamento del Chocó, bordeando el golfo de Urabá, al noreste del país. Anteriormente poblaban otras zonas, que abandonaron a causa de la presión durante las épocas de colonización durante el siglo XX, y de la presencia de grupos armados en sus territorios ancestrales.

POBLACIÓN

El Censo DANE 2005 reportó 2.383 personas autoreconocidas como pertenecientes al pueblo Tule, de las cuales el 50,3% son hombres (1.198 personas) y el 49,7% mujeres (1.185 personas). El pueblo Tule se concentra en el departamento de Antioquia, en donde habita el 51,6% de la población (1.129 personas). Le sigue Chocó con el 14,6% (349 personas) y Atlántico con el 11,2% (267 personas). Estos tres departamentos concentran el 77,4% poblacional de este pueblo. Los Tule representan el 0,2% de la población indígena de Colombia. La población Tule que habita en zonas urbanas corresponde al 32,5% (775 personas), cifra superior al promedio nacional de población indígena urbana que es del 21,43% (298.499 personas)

LENGUA

Cuna. Pertenece a la familia lingüística Chibcha. Los Cuna manejan dos variedades dialectales de su idioma: la diaria y la ceremonial. La primera es la expresada en las labores y circunstancias cotidianas, como el trabajo, la vida familiar, etc. La ceremonial surge en los onmaket o congresos comunales o étnicos, en los rituales de curación, en las ceremonias de pubertad femenina o cuando llega un visitante a la casa.

Los Cuna manejan dos variedades dialectales de su idioma: la diaria y la ceremonial. La primera es la expresada en las labores y circunstancias cotidianas, como el trabajo, la vida familiar, etc. La ceremonial surge en los onmaket o congresos comunales o étnicos, en los rituales de curación, en las ceremonias de pubertad femenina o cuando llega un visitante a la casa. No se trata de un idioma diferente, sino de un aumento en la cadencia y la longitud de los sonidos en la conversación común, asumiendo así un estilo como de cántico. Efectivamente, la entonación varía y los sonidos se alargan. Generalmente alguien dirige el discurso y el interlocutor simplemente afirma con monosílabos; al invertirse los papeles se completa la conversación.

CULTURA E HISTORIA

Cultura
Esta etnia ha logrado mantener casi la totalidad de sus manifestaciones culturales tradicionales, su cosmovisión, su organización social y en especial, su lengua. Sin embargo, en su proceso histórico han adoptado y transformado distintos elementos culturales a su propia estructura social, en especial en lo referente a la religión. En su sistema de creencias, Paptumat es el creador del mundo y de las doce capas en que éste se divide. Sus especialistas mágico-religiosos tradicionales son tres chamanes, el primero encargado de la curación de enfermedades por aprendizaje, el segundo equipado de conocimiento por medio de un mensaje sobrenatural y los terceros especializados en la cura de epidemias.

El sistema mítico o de creencias de los Kuna este vertebrado por estructura simbólicas referentes a seres sobrenaturales o héroes culturales , paisajes simbólicos fundacionales (creación del mundo tiempo originario). Los mitos Kuna se dividen en cosmogónicos,(Creación del mundo) en los que se refleja la creación del hombre (Antropogonía), naturaleza, etc. Otro grupo trata el origen mítico del pueblo Kuna, coincidiendo todas las tradiciones en considerar el Monte Takarkuna como el espacio sagrado de los Kuna .Este espacio santo lo ubicamos geográficamente en la cumbre más alta de los Andes y sirve de línea divisoria de las Repúblicas de Panamá y Colombia. Los demonios ("poni") son controlados con muñecos que los representan.

Uno de los más famosos aboseguedis cunas fué YABILIQUIÑA quien por su sabiduría fué elegido Sahila general de toda la tribu cuna y con quien me unió una gran amistad. El me contaba que un absoguedi no lo es de nacimiento sino por un larguísimo entrenamiento y mucho desarrollo de su kurguin especialmente el de la memoria. El canto que ha de aprender para curar epidemias tiene nada menos que ocho días de duración y todo él en un lenguaje críptico, ancestral, lleno de raros términos y metáforas que nadie más que él y su maestro o maestros son capaces de descifrar. El entrenamiento puede durar hasta treinta o cuarenta años para ser un absoguedi completo como lo era él.

Historia
Gracias a la obra de la etnohistoriadora Kathleen Romoli (1987), sabemos que los Cuna no tuvieron que ver con los célebres asentamientos prehispánicos de Coclé (Steward and Faron, 1959), sino que eran comunidades autónomas ubicadas a lo largo del bajo Atrato, muy diferentes a los famosos cacicazgos de Cueva. Durante el siglo XVII mantuvieron múltiples enfrentamientos con sus vecinos meridionales, los Emberá-Catío, por conflictos de tierras. Los Emberá fueron invadidos por los Cuna y viendo que los reclamos ante las autoridades coloniales eran infructuosos, resolvieron desalojarlos al norte donde se concentraron en el área aledaña al golfo de Urabá.

Durante la colonia, los Cuna desempeñaron un papel muy importante como comerciantes. Suministraban cacao, raicilla, corteza de quina y pieles a traficantes ingleses, escoceses y franceses. Recibían pólvora, armas de fuego, herramientas, vestidos europeos usados y adornos de cuentas de vidrio. Fue tan destacada la actividad comercial emprendida por los aborígenes, que en el siglo XVII se estableció una compañía escocesa dedicada a llevar a Europa lo suministrado por los Cuna. Lionel Wafer, viajero que participó en esas actividades, dejó unas muy interesantes memorias al respecto.

Pero la compañía debió abandonar sus operaciones ante los ataques de los españoles, franceses y piratas ingleses. Por su parte, los indígenas tuvieron que ser maleables en sus estrategias adaptativas: apoyaban circunstancialmente a los nacionales que fueran teniendo mayores triunfos de poder. En tal sentido, tenemos que recordar que cada uno de estos invasores representaba un peligro para la tierra de los aborígenes, la cual tenía que ser defendida por ellos a toda costa. A partir de 1850, los indígenas, presionados por los movimientos de colonización de sus tierras emprendidos por prófugos de las guerras en los estados de Bolívar y Antioquia, fueron migrando paulatinamente hacia el archipiélago de San Blas o Mulatas (Romoli 1987) y ocuparon parte de sus islas como Ailigandi, Ustupu, Achutupu, etc.

Durante la revuelta Cuna de 1925 en Panamá, los rebeldes proclamaron la República Independiente de Tule, afecta al Estado colombiano. Lamentablemente, no sabemos por ahora cómo incidió tal movimiento político sobre las comunidades Cunas colombianas. Sin embargo, en la década del treinta se presentó cierto incremento de la migración hacia las localidades del golfo de Urabá en busca de tierras. Varios de esos inmigrantes permanecen aún allí, aunque muchos de sus descendientes hayan retornado a las islas o al Darién panameño.

ECONOMÍA

Las actividades económicas básicas de los tule han sido la horticultura, la caza y la pesca, últimamente ganadería en pequeña escala. Sus cultivos principales son el maíz, yuca, plátano, arroz, cacao y caña. En la actualidad cultivan grandes extensiones de plátano, destinado a la exportación. También practican la cacería con escopeta, siendo las pavas, saínos, dantas, loros y ardillas, los animales de mayor consumo.

La práctica agrícola consuetudinaria se ejecuta mediante el sistema de tala y quema que implica rotación de campos de cultivo con intervalos de descanso de la tierra, más largos que los períodos de uso. Dichos intervalos tienden a reducirse en la medida en que aumente la densidad demográfica por acercamiento de los colonos. Hace unos 15 años se podía dejar en barbecho una parcela durante seis o más años, permitiendo así una mayor regeneración de la capa vegetal; actualmente, esas temporadas de descanso se acortan y hay casos en los cuales, a los tres años, tienen que volver a desbrozar el terreno para sembrar de nuevo. El suelo no denota una suficiente fertilidad como para permitir agricultura intensiva y prolongada en un mismo lugar; por eso los Cuna, al igual que la mayoría de los habitantes nativos de las selvas tropicales americanas, han implantado la agricultura migratoria que no sólo permite la regeneración paulatina de la capa vegetal, sino que dilata el proceso de agotamiento del suelo.

Maíz, yuca, ñame, plátano, arroz, cacao y caña son cultígenos en virtud de las expectativas que giran en torno a ellos, haciendo su cuidado más sistemático y destinándolos para la dieta cotidiana, regalos y un incipiente mercado local en Turbo y Unguía.

 

Fuentes