Da miedo hablar de Paz
Por: Wilmar Castillo*
Por ahí dice una frase "entre más leo, más veo" también he escuchado que entre más comida en el estómago el corazón más contento estará (barriga llena, corazón contento) y también le leí al vicepresidente gringo mister Mike Pence en uno trino que no permitirá dictadores en Nuestra América, refiriéndose a Venezuela. ¿Entonces como llego un Fulgencio Batista, una familia Somoza, un Augusto Pinochet, un Alvaro Uribe al gobierno?
A no, lo que pasa es que el Plan Cóndor no existió, ni los miles de desaparecidos por las fuerzas militares de Guatemala, Chile, Argentina, Colombia desde los años 40, 50, 60, 70 en adelante. Tampoco fueron reales los cuerpos de sindicalistas, estudiantes, mujeres, campesinos torturados y fusilados con tiros de gracia que amanecían en las calles de las ciudades. Es decir que los dictadores, los asesores de la CIA, embajadores gringos hacen parte de una novela, contada al mejor estilo de Macondo.
Mister Pence, nació en 1959 y estos cuentos que se decían del sur eran eso, cuentos para un joven patriota y cristiano que ha vivido del american dream. Y por su altruista condición diplomática de vicepresidente, su visita al país y charla con Santos reafirma el apoyo histórico que EE.UU ha tenido con Colombia. Desde ahorrarnos la pereza y molestia de gobernar Panamá, suministrarnos el agente naranja, gas pimienta y otras innovaciones militares para combatir el comunismo de los años 60 hasta las vigentes 7 bases gringas. Pura solidaridad internacional al estilo Cowboy.
Y para que no haya dudas que Colombia sigue siendo la democracia más vieja del continente, garantizando la paz a sus ciudadanos mister Pence entre sus charlas con tinto y buñuelo, tuvo que cerciorarse de los gastos para el próximo año en el Presupuesto General de la Nación 2018, donde Defensa y Policía subió un 2.4 puntos del monto de este año, y como para preservar el orden se necesita que sus miembros sean muy pilos, le subió a inteligencia dos puntos más.
La Fiscalía fue otra de los renglones que tendrá mayor inversión, porque la paz tiene enemigos y se necesita del brazo judicial tonificado para que los desocupados-vagos no desplumen la mascota preferida de Santos. La verdad, al menos mister Pence se ira con el corazón contento (y obviamente con la barriga llena de nuestra gastronomía) con esta charla de alto nivel. El problema será que tan contentos y felices seguirán aquellos que el gordo brazo de la Fiscalía les cayó encima con montajes judiciales.
O los gaseados, mutilados y violentados por el ESMAD y el Ejército nacional. Ha pero que cosas estoy diciendo, si estos casos al igual que los dictadores que cuidaron los huevitos del Plan Cóndor, serán cuentos llegados por gente sin oficio como Defensores de derechos humanos, madres, padres, esposas, maridos que vieron como los uniformados se llevaban a sus familiares disque por terrorismo, instigar a la movilización y otro tipo de historias fantásticas.
Al fin de cuentas, a Santos se le vio muy contento con la llegada de mister Pence, aunque no hablo inglés ante las cámaras tuvo que haberse lucido con su welcome to you second home. Y no es para tanto, pues ha venido haciendo juiciosamente los ajustes fiscales, administrativos, militares y económicos que sirven para mantener los pilares de libertad, democracia, defensa de derechos humanos y paz en Colombia, ejemplo de in-dependencia en Nuestra América.
Ñapa: si la Fiscalía, la fuerza pública y el gobierno nacional siguen de tercos con inventarles procesos judiciales a campesinos, presidentes de junta y demás miembros del movimiento social, no pararan de tapar vías y exigir el cumplimiento de sus derechos, el derecho de las comunidades pobres del país. En vez de gastar los recursos públicos en novelas judiciales, el gobierno nacional debería ponerse las pilas en cumplir los acuerdos pactados con la Cumbre Agraria, Étnica y Popular. Huele a paro nacional.
*Es comunicador social, director del programa radial Informativo Centro Oriente.
Fuente: Trochando sin Fronteras: http://trochandosinfronteras.info/da-miedo-hablar-de-paz/