Nosotros, líderes de la sociedad civil global, procedentes de organizaciones de la sociedad civil y activistas de todo el mundo presentes el día de hoy en Belgrado, pedimos a la sociedad civil nacional e internacional que se unan a nuestra voz y digan en alto:¡Ya basta! ¡Detengan los incesantes ataques contra la sociedad civil, los líderes sociales y los defensores de los derechos humanos!
El camino actual de la sociedad global está siguiendo un modelo que dejará atrás a cientos de millones de personas. No será posible alcanzar un progreso real y transformador que consiga cambios sistémicos para las personas y el planeta prometidos por la Agenda 2030sin una sociedad civil plenamente comprometida y una participación genuina de las personas a través de sus organizaciones y comunidades.
Es verdaderamente preocupante que más del sesenta por ciento (60%) de la población mundial (4.500 millones de personas que viven en más de 90 países) viva en una situación en la que los espacios para la sociedad civil estén cerrados (20 países), o donde la sociedad civil está altamente reprimida (29 países), o donde la sociedad civil se enfrenta a significantes obstáculos legales y políticos (43 países). [Monitor de la Sociedad Civil de CIVICUS]. En los países que se encuentran bajo este porcentaje, hay muy pocas posibilidades de exista una sociedad civil plenamente comprometida y movilizada, lo cual es clave para la democracia, los y las defensoras de los derechos humanos, el progreso de los ODS y para el logro de una Agenda 2030 transformadora.
Instamos a todos los estados miembros de las Naciones Unidas a tomar medidas concretas y urgentes para revertir estas tendencias.
A pesar de las promesas retóricas de acción por parte de muchos estados miembros para "revertir la tendencia de la reducción y cierre de espacios cívicos dondequiera que esté ocurriendo",1los ataques a las OSC, líderes sociales y defensores de los derechos humanos continúan sin cesar.
Representantes de la sociedad civil de muchos sectores están siendo amenazados, perseguidos y asesinados, incluidos los que apoyan y representan a las comunidades rurales, pueblos indígenas, periodistas, sindicatos, activistas de los derechos de las mujeres, jóvenes, personas con discapacidades y ambientalistas. Están siendo hostigados mediante arrestos arbitrarios, detenciones, el uso selectivo de medidas legales y reglamentarias, y restricciones financieras de las OSC. A otros se les desacredita deliberadamente acusándolos de ser delincuentes o "agentes externos". Parte de los líderes de la sociedad civil están además sufriendo daños físicos, como las defensoras de los derechos de las mujeres, quienes se enfrentan a situaciones de acoso y abuso sexual. Todo esto debido a que buscan proteger los derechos humanos de las personas, a la vez que promueven la participación democrática en asuntos que afectan a sus vidas.
Un progreso real y transformador, que no deja a nadie atrás, con el logro de los ODS en el punto de mira, -‐incluyendo la erradicación de la pobreza (ODS1), la eliminación del hambre (ODS2), la eliminación de la desigualdad de género en todas sus formas (ODS5), la reducción de las desigualdades (ODS10), la promoción del trabajo decente y medios de vida sostenibles para todos (ODS8), y la adopción de medidas para la conseguir la justicia climática (ODS13)-‐ no será posible
sin una sociedad civil y una sociedad plenamente comprometidas. La fuerza de la sociedad civil reside en su diversidad, su arraigo en comunidades y territorios, su propia experiencia de desarrollo y su capacidad de participación pública.
El ODS 16, para la paz, la justicia y las instituciones sólidas está fuera de alcance en lugares donde los espacios cívicos están cerrados, donde la sociedad civil no puede actuar libremente, con una población pobre y marginada, ni contribuir a la defensa de instituciones responsables e inclusivas. El tiempo de la retórica y de las nobles declaraciones internacionales ha terminado. La agenda es urgente y el momento de actuar es ahora. Poner en práctica las acciones es posible. ¡No podemos esperar hasta que los espacios para las OSC desaparezcan del todo y a que las voces de sus líderes, de los activistas de los derechos humanos y de los pueblos sean acalladas!
Este Llamamiento a la acción de Belgrado exige compromisos y acciones específicos para cada país, con un marco de referencia general en la Declaración política de 1699 del Foro Político de Alto Nivel de 2019, y con un programa establecido para que los estados miembros puedan rendir cuentas.
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