Activistas de DD.HH fallecen en accidente automovilístico en Huehuetenango, Guatemala
Por Stef Arreaga
8 de abril del 2019
Ayer los Bomberos Voluntarios de la 17 Cía., recibieron una llamada a las 19:10 que informaba sobre un accidente en el Puente los Calambres, en el kilómetro 293, de la ruta Nacional 9, ruta hacia el Mirador “Juan Diéguez Olaverri”, Chiantla, Huehuetenango, Guatemala. Las víctimas eran Ana Paula Hernández, Sally O´neill y Ana Velásquez Ordóñez, tres defensoras de derechos humanos, y su piloto, Daniel Tuc Yool.
El bombero Ariel Godínez informó que se presentaron al lugar cinco unidades de rescate. El vehículo tipo agrícola había caído en un barranco de aproximadamente 300 metros. Las condiciones del clima eran complicadas, había neblina y lluvia, por lo que empezaron las labores de rescate hasta las 20 horas, y terminaron pasada la media noche. “En ese lugar siempre hay accidentes, porque siempre está lloviendo y hay neblina (…) Hace poco tiempo murió una familia entera, y unos años atrás se fue un bus y todos murieron. En esta oportunidad, los cuatro cuerpos presentaban politraumatismo (…) Fueron llevados a la morgue de Huehuetenango”, relató Godínez.
Por vía telefónica, Francisco Rocael Mateo, del Consejo de Pueblos de Occidente (CPO), nos informó lo sucedido:
“El día de hoy tendríamos una reunión a las 8 de la mañana con una comisión que ha acompañado al consejo Wuxhtaj, en Huehuetenango. La delegada por el CPO para esta visita era la compañera Ana Velásquez, quien no sólo es parte del Consejo, sino que también es parte de la juventud de CPO. Ayer irían al mirador de los Cuchumatanes con Ana Paula y Sally, quienes son parte de esta comisión de acompañamiento y el piloto sería Daniel, quien por muchos años nos ha poyado con viajes y a quien le hemos tenido mucha confianza.
“Cuando llegamos al hotel en donde nos íbamos a encontrar con ellos, nos dimos cuenta que no habían llegado, comenzamos a llamar pero ninguno nos contestó, entonces nos preocupamos mucho, minutos más tarde nos dimos cuenta que alguien en las redes sociales había puesto que un carro se había ido en el barranco del puente Los Calambres, e inmediatamente supimos que eran ellos, así que nosotros dimos parte a los bomberos.”
Las cuatro víctimas
A primera hora de la mañana, el Consejo Wuxhtaj, publicó en Facebook, la noticia con los nombres de las cuatro víctimas mortales de esta tragedia. La comunidad internacional de derechos humanos, organizaciones sociales, campesinas y feministas se consternó por la tragedia.
Ana Paula Hernández, de 42 años de edad, de nacionalidad mexicana, era socióloga, se unió al Fondo para los Derechos Humanos Mundiales en junio del 2011. Actualmente desempeñaba el cargo de Oficial de Programas para América Latina. Trabajó en el campo de derechos humanos en México, llevo consultorías para distintas organizaciones, entre ellas la oficina del Alto Comisionado para las Naciones Unidas en ese país, durante dos años. También trabajó durante 6 años en la Oficina para los Derechos Humanos “Miguel Agustín Pro Juárez” en la Ciudad de México, y otros 4 como subdirectora del Centro de Derechos Humanos de la Montaña “Tlachinollan”, en Guerrero. Trabajó para la Fundación Ford, el Open Society Institute, y para redes en materia de recaudación de fondos, planeación, estrategia, desarrollo organizacional, capacitación, políticas de drogas y educación en derechos humanos.
Sally O´neill, irlandesa de 68 años de edad, destacada defensora de derechos humanos, quien residía en Honduras desde hace más de cuarenta años. Trabajó 37 años como directora regional para Latinoamérica de Trocaire en Honduras, fue parte de proyectos de desarrollo en América Latina y en proyectos para el alivio de la hambruna en diversos países de África. También trabajó en Centroamérica en una época en la que se libraban guerras civiles en El Salvador, Guatemala y Nicaragua. Supervisó la ayuda humanitaria a más de 2 millones refugiados en la región centroamericana durante esos años de conflicto.
Sally dirigió delegaciones de políticos y obispos a Centroamérica, para que pudieran ver el sufrimiento de las víctimas, fue traductora del Arzobispo Óscar Romero, en El Salvador, seis semanas antes de que fuera asesinado.
“Estuve con Sally la semana pasada en Guatemala. A pesar de haberse retirado oficialmente, siguió siendo una fuerza impulsora de los derechos humanos en Centroamérica. Su impulso, pasión y compromiso fueron tan fuertes como siempre. Sally fue muy amada por comunidades y activistas de derechos humanos en toda Centroamérica. Dedicó su vida a mejorar la vida de los demás. Su legado vivirá a través de miles de personas cuyas vidas ayudó a mejorar”, escribió la directora de Trócaire, Caoimhe de Barra, en un documento extenso en donde habla sobre la trayectoria de O`neill.
El presidente irlandés Michael D. Higgins, se pronunció por la muerte de Sally y quienes le acompañaban. Indicó que a través de ella, se demostró compasión, coraje y un compromiso con comunidades reprimidas y en condiciones de pobreza. “Haber conocido a Sally O´Nell fue un privilegio”, manifestó.
Ana Velásquez Ordóñez, joven maya mam, de 22 años de edad, originaria de San Idelfonso Ixtahuacán, Huehuetenango. Era estudiante de auditoría en la Universidad Mariano Gálvez, parte de la juventud del Consejo de Pueblos de Occidente (CPO), así como parte del Consejo Wuxhtaj de ese mismo departamento. Era hija de Sebastián Velásquez, candidato a alcalde de Ixtahuacán por CPO-Convergencia.
Daniel Tuc Yool, originario de Tecpán Chimaltenango. Hace unos 9 años comenzó a trabajar haciendo viajes para organizaciones de derechos humanos, campesinas y sociales en Guatemala. Diversas son las muestras de apoyo en las redes sociales que conocieron a Daniel, un hombre comprometido y solidario quien logró abrirse puertas en estos lugares que hoy reconocen su labor.
Al momento de hablar con Francisco Rocael Mateo de CPO, informó que se encontraban en el Instituto Nacional de Ciencias Forenses, haciendo los trámites reglamentarios para poder trasladar los cuerpos de Ana Velásquez y Daniel Tuc. En el caso de las extranjeras, Ana Paula y Sally, estaban en constante comunicación con los cónsules y embajadas de sus respectivos países. También informaron que las familias de ambas defensoras, llegarían al país en el transcurso del día y posteriormente se trasladarían para Huehuetenango.