Discurso en la siembra de Luis Fernando Arias, Consejero Mayor de la ONIC
- por comunicaONIC
ORGANIZACIÓN NACIONAL INDÍGENA DE COLOMBIA -ONIC
Por: Mayor Armando Wouriyu Valbuena, Expresidente de la ONIC, Sabio de la Humanidad- UNESCO
Chemesquemena, 15 de febrero de 2021
Luis Fernando:
He recogido las expresiones del dolor de los colores de la vida. De la organización nacional de los pueblos indígenas de la Amazonia colombiana OPIAC, quienes por tus palabras y tu sonrisa llegaban a acuerdos breves en la concertación. He escuchado las palabras dulces, agradables, de equilibrio, de la Confederación Indígena Tayrona, nuestros hermanos. También las expresiones fuertes, duras, pero de unidad, de Autoridades Indígena de Colombia Gobierno Mayor; el oír a las autoridades indígenas de Colombia AICO por la Pacha Mama; también de las Autoridades del Sur Occidente AISO; y del Concejo Nacional de Paz Afro CONPA.
Escuchar el dolor de AFRODES en su terquedad y persistencia durante muchos meses doblegó a Luis Fernando, logramos crear la Comisión Étnica un 8 de marzo inolvidable, un día de la mujer, y conseguimos también que en el acuerdo de paz para los colombianos hubiese 3 actores: las FARC, el gobierno colombiano y los pueblos étnicos. A nuestros hermanos y apreciados CENPAZ, afros, indígenas, que allí persistieron con su dureza dialéctica permanente y constante; y el proceso de comunidades negras con quien conocemos lo que es pluriétnico y pluricultural y lo que es la hermandad de los étnicos; el proceso de comunidades afro del Alto de Naya, quienes conviven con nosotros los pueblos indígenas en ese espacio de guerra permanente, constante que todo los días se lucha para vivir; el foro inter étnico y social del pueblo afro de Buenaventura, siempre hermanados
De la Conferencia Nacional de Organizaciones Afrocolombianas C.N.O.A y también las comunidades afro Mujeres de Timbirí, siempre escuchando sus lecciones y recomendaciones, volviendo a sus raíces de las estructuras de familias de lo diferencial de afros y pueblos indígenas. Permíteme Jaime que seas tú el vocero para toda la familia por tu responsabilidad moral, política y organizativa de Luis Fernando. Recuerdo una noche en la Barranquilla de los Mocaná, nos sentamos los tres a hacer un acuerdo con otros, pero fallando en alcanzarlo, nos sentamos nuevamente los tres. Reflexionábamos contigo que Luis Fernando, es hijo nuestro porque venimos del movimiento sindical, de la lucha, que más acuerdo, llevemos la tarea adelante porque ese nuestro hijo, así como lo es para nosotros muchos jóvenes de nuevas generaciones entre ellos Darío,
El Comando Nacional de Paro, allí nos escuchó, cada noche durante muchos meses, para la armonización de la palabra y entendernos del pensamiento y la ideología de izquierda con la armonía y el equilibrio de la palabra, la solidaridad y la reciprocidad, solo nos golpeó la pandemia... pero íbamos hacia adelante.
Los jóvenes estudiantes de las universidades públicas y privadas que Luis Fernando, los apreciaba, los quería mucho y decía “ esos pelaos son los que vienen para los procesos de libertad”; a la Central Unitaria de Trabajadores, a la Central General del Trabajo, la pandemia también se llevó a Julio Roberto, y allí estuvo con su paciencia, su calma y su prudencia; a la Federación Colombiana de Educadores FECODE, a la que pertenecí una vez como celador, y a la que perteneces aun en vida y permaneces allí bajo sus directrices Jaime, esa es tu organización también, que te ha aportado lo más grande.
A la Conferencia Episcopal de Colombia que, con sus sillas, mesas y paciencia, nos permitió dialogar en Villavicencio con el estado del Vaticano, allí estuvo el Papa, allí hablamos. Pero esas palabras las escuchamos también del Centro Martin Luther King desde la Habana, donde el consentido era Luis Fernando, porque éramos los impulsores de la paz y en el mundo, poco o creo es la única experiencia de los pueblos étnicos en donde se sientan a dialogar, sobre su futuro, sobre su paz para que la dignidad se recupere y vuelva a enaltecer la palabra libertad.
El Partido Comunista de Colombia, también expreso sus palabras, su escrito de aprecio hacia la familia de Luis Fernando; del Comando Central del Ejército de Liberación Nacional, que exaltó ayer en voz de Pablo Beltrán, el significado ideológico y político de la paz que lideraba Luis Fernando. La Comisión Étnica y la Instancia Especial de Alto nivel de los Pueblos Étnicos IEANPE, fruto de la persistencia del acompañamiento intelectual de la mujer indígena, de Patricia Tobón, la emberá, Alejandra Llano, la Nasa, de Charo Mina, la negra, que permitieron a Luis Fernando “ir pa ́ lante” pero eso si el intelecto de la mujer para la paz, y él escuchó sabiamente.
La Cumbre Agraria, que en resistencia se mantiene contra las 2.362 personas jurídicas propietarias de 40.600.000 hectáreas y ahí persistimos indios, afros, campesinos despreciados por ésta república. Todas las organizaciones indígenas de mujeres, hombres. Las organizaciones de mujeres, la Comisión Nacional de Mujeres Indígenas, la Comisión Nacional de Territorios Indígenas, también han expresado su dolor y su permanencia en la continua lucha. Feliciano Valencia, el médico Roy Barrera, siempre atento al que hacer, Antonio Sanguino, Victoria Sanguino, Iván Cepeda, Gustavo Petro, Gustavo Bolívar, Abel David Jaramillo, Ati Quigua, todos alertas por las cosas que suceden en el mundo de la Sierra.
De Igual manera, es un golpe moral político para la Mesa de Concertación Amazónica, la Mesa Pasto y Quillacinga, la Mesa Awá, la Mesa U’wa, la Mesa Arhuaca, la Mesa de diálogo del CRIC, también la Mesa de diálogo Wayuu, decía Luis Fernando: “Hay que tragarse los sapos, pero más digno el sapo para mantener la unidad”, él era el campeón del consenso, para la unidad. para lograr frutos de posicionar la dignidad del ser humano.
Hemos escuchado el saludo de la Representante en Colombia de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y El Caribe FILAC, desde todo sus espacios, a la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, con sus palabras, sus construcciones escritas permanentes, para que sepamos la verdad de las cosas; de la Jurisdicción Especial para la Paz JEP, de nuestros hermanos de Rainforest, del Consejo Noruego, la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI), del concejo de médicos tradicionales del Abya Yala, de la Fundación Ford, desde Washington, de los hermanos constituyenteslibertariosFrancisco RojasBirryyChepePeña,ydelaComisiónNacionalde Derechos Humanos de Pueblos Indígenas.
La coordinación nacional de territorios y por excelencia todos los pueblos que hacen parte de la Mesa Permanente de Concertación MPC, el pronunciamiento de la USAID, de la Organización Internacional para la Migración OIM; desde Leticia, la Fundación Tejama, desde el Centro de Colombia la Fundación Mujer, Tejido y Saber; también de ese aporte intelectual, político y organizativo de Luis Fernando en Akubadaura, del CINEP, de la voz de la Defensoría del Pueblo y la Procuraduría, también del Foro Permanente de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas que nos acompaña hoy, de DUPARA del colectivo del cine étnico, El Espectador, La República, Cardenal Stéreo, El Heraldo y Erika Fontalvo.
Pero también hoy se escucha su dolor, pero ayer eran sus lágrimas de las distintas sales de las diferentes ecorregiones. De Joseph Castañeda, de Oliver Velásquez, de Jesús Lazos, ayer escuchar las lágrimas, la voz entrecortada de quien siempre lo admiró, lo quiso y le quiere del nasa Alcibíades Escué, quien envía un abrazo para toda la familia, de Jhon Moreno, de Mateo Estrada, de Julio César Estrada y Julio López y sin duda alguna el indio fuerte Alberto Yace, de nuestro hermano Rider Pai del pueblo Awá, y también sea esta la oportunidad para esa ilusión que mantuvo hasta sus últimos días Luis Fernando, de entregarle un abrazo a Nelson Lemus del pueblo Nasa.
Debemos también expresar reconocimiento a la tarea de apoyo en los momentos decisivos de la atención médica a Luis Fernando, del Viceministro del Interior Carlos Alberto Baena, el Ministro de Salud y Luis Alberto Rodríguez, director de DNP. De igual manera a los gobernadores del Cesar y Magdalena y al alcalde de Valledupar.
Permíteme Consejo Regional Indígena de Caldas que este cuaderno soporte el pensamiento, la ideología, la unidad, el territorio, la cultura bajo los principios de armonía y equilibrio, de solidaridad y reciprocidad, faltan 49 cuadernos más, pero que sea el CRIDEC el primero, y debajo de él el del Consejo Regional Indígena del Cauca CRIC, y todos los cuadernos de la historia de cinco décadas de lucha y de resistencia para la unidad.
Los líderes abandonamos nuestras familias, nos acordamos en lapsus, permíteme hermano Jaime, de mi Madre Aracelia Wouriyu, de mi padre Custodio Valbuena y de todos sus hijos, y de mis hijos Oscar William, Armando Ernesto, Gudrid Teiruma, Ena Esther, Katelyn Sonseireth, Valentina y Sarah, un fraterno abrazo, abrazo de colores de la unidad y el fortalecimiento de todo los pueblos para la recuperación de la dignidad y que algún día otros sigamos en la búsqueda de la libertad y otros aprendamos que es la libertad que se nos ha olvidado pero hay que recuperarlo.
Luis Fernando, un fraterno abrazo, no te cumplí la cita el 29 a las 12 y 30, quería llevarte las fotocopias, y al día siguiente me dijiste “estoy mal” algo no permitió que nos encontráramos y seguiste así; “si, el Covid hoy lo tengo, pero tenemos que hablar” fraterno abrazo para ti Luis Fernando, para todo el pueblo Kankuamo, para usted Jaime que llevas la vocería ante toda tu familia, pero es la unidad, es para el uso, goce y disfrute de la libertad.
Muchas gracias.