Comunicado ORIVAC- Un indígena muerto y tres heridos por mina anti-persona
Denuncia ante los organismos de DERECHOS HUMANOS: Regionales, Nacionales e Internacionales que nuevamente nuestro territorio ancestral es empañado y sacudido por la muerte que siembran los actores armados, que con sus diversas actuaciones, muestran su capacidad de crueldad y sevicia que se ensaña contra los civiles, en este caso niños y jóvenes indígenas que nada tienen que ver con esta guerra fratricida.
El caso sucedió en el municipio de Florida departamento del Valle del Cauca el día domingo 05 de febrero de 2012, cuando pobladores de la comunidad indígena de Altamira se encontraban realizando actividades de pesca en la zona de paramo, fue aproximadamente a las 8:15AM, cuando el menor EDUAR IPIA QUITUMBO de 15 años de edad, piso una mina antipersonal, que de inmediato amputo sus pies y una mano. Sus compañeros frente a esta situación hicieron todos los esfuerzos posibles por salvarle la vida, trasladándolo incluso montaña abajo. Finalmente 3 horas después tan deplorable suceso, falleció. Los miembros de la comunidad del Cabildo Central del Asentamientos al enterarse de la situación subieron a la zona de paramo donde encontraron al grupo de compañeros, infortunadamente nuestro hermano indígena EDUAR IPIA QUITUMBO había muerto, hallando otros tres compañeros heridos por la onda explosiva; ellos son: ELKIN IPIA QUITUMBO también menor de 17 años, BELISARIO IPIA MEDINA de 30 años y JUAN PABLO IPIA MEDINA de 21 años.
Suponemos que la mina antipersonal fue colocada por los grupos armados que en su afán de causar muerte, heridas atroces y de sembrar el terror, utilizan artefactos explosivos escondidos entre los bosques y rastrojos de los territorios sagrados de los indígenas de la Etnia Nasa, con un desprecio absoluto por las reglas del DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO que hace ya tiempo ordenó abolir tan vil, atroz y rastrero modo de hacer la guerra.
Nuestra indignación igualmente abarca a quienes teniendo la obligación de eliminar tan terrible y rastrero peligro, no ponen todo su empeño en buscar y destruir todos los campos minados sobre todo si esos territorios son de indígenas y, únicamente lo hacen en los sitios por donde van a transitar, pues según la obtusa concepción de altos mandos, el hecho de vivir en territorios de conflicto, aunque sean víctimas inocentes, como en el caso actual, de las atrocidades de esta guerra sucia, nos quieren hacer aparecer a todos los indígenas como cómplices de estas bestialidades.
Exigimos del Estado Colombiano una mayor diligencia para terminar con esta guerra sin sentido y a las Organizaciones Internacionales una mayor presión para que los indígenas no sigamos siendo las víctimas inocentes de las atrocidades de los bandos en conflicto, mientras se nos calumnia impunemente para tapar las deficiencias.
Reiteramos nuestro más profundo repudio a la alevosa y traicionera muerte del menor indígena EDUAR IPIA QUITUMBO de 15 años de edad y las graves heridas causadas a los compañeros indígenas que se encontraban con él.