ONIC

Cisneros, Dagua, Valle del Cauca 24 de marzo de 2019

Comunicado a la opinión pública nacional e internacional

Convencidos que la defensa de la Paz y del territorio, así como la defensa de nuestros derechos es una prioridad para el Movimiento Indígena Nacional la Organización Indígena de Antioquia, su Consejo de Gobierno Mayor y distintas delegaciones de la Guardia Indígena del departamento, hemos llegado hasta el corregimiento Cisneros del municipio de Dagua, Valle del Cauca, para apoyar esta gran movilización nacional.

Después de 14 días de lucha, de resistencia, de agresiones por parte de la fuerza publica, después de un policia muerto y una tragedia que dejó 9 Guardias Indígenas muertos y otros 4 más heridos, continuamos en Minga por el incumplimiento de los acuerdos pactados entre el Gobierno Nacional y las comunidades indígenas.

Llegamos con la valentía de quien busca justicia y recibe bombazos, gases y balas, de quien propone amor y recibe la muerte, de quien vive robos, extorsiones, trabajos forzosos, confinamiento, desplazamiento y violencias múltiples, y aun así marchamos por la Paz, recordando siempre el principio de unidad que nos fortalece como pueblos. Estamos orgullosos de caminar de nuevo al lado de nuestros hermanos y hermanas indígenas del país, para hablar de lo que nadie quiere, las políticas que exterminan la vida física y cultural de los pueblos ancestrales.

Todo el tiempo se habla de Colombia, como un país pluriétnico y cultural, cuando no conocen lo que significa salud y educación diferencial, nos aplauden como defensores de la naturaleza, pero a la par, la Agencia Nacional de Licencias Ambientales, entrega nuestros territorios a meta industrias extractivistas, nos regalan unos cuantos proyectos de unos meses por haber conservado la naturaleza y sus recursos por milenios, nos hablan del desarrollo que trae la industria, mientras que el nivel de desigualdad crece cada día más, en departamentos como la Guajira, la Amazonia, Córdoba, Cauca, Valle del Cauca y Antioquia, donde mueren de hambre niños y niñas indígenas.

Nos hablan de paz, pero nos tildan de guerrilleros, mientras que somos nosotros los que mueren cada día por el fuego cruzado entre los grupos armados. El Gobierno Nacional en cabeza de Iván Duque Márquez, dice que no responde a nuestras vías de hecho, mientras que nos lanzan encima a un ejército entrenado para matar. Si nuestros gritos les da miedo, no es porque seamos asesinos, es porque son gritos que tienen las voces de todos nuestros mártires y de los cientos de hombres y mujeres indígenas que han muerto por defender sus derechos y los de sus comunidades.

Hoy muchos colombianos se quejan por las difíciles condiciones de un par de semanas, causadas por el bloqueo de la Panamericana, piensen en las condiciones a las que nos hemos visto sometidos durante años, debiendo elegir entre el desayuno o el almuerzo, mientras nos disparan por una guerra que no es nuestra, mientras enterramos a nuestros muertos sin entender las razones de su despedida.

Hoy como Antioquia, marchamos al lado de nuestros hermanos pueblos indígenas, aún sabiendo que podemos morir y que nadie consolará a nuestras madres, porque nos tacharán de terroristas sin cultura, y hemos llegado hasta el Valle del Cauca, para acompañar fraternalmente a las familias y las comunidades que hoy despiden sus hijos, sus padres, hermanos y amigos, con un mensaje claro: En Unidad y Resistencia, La Minga Somos Todos.

Desde siempre hemos sido guardianes de la Vida, el Territorio y la Paz, y ese mensaje de lucha y de resistencia lo queremos dejar a nuestros hijos e hijas y a las futuras generaciones indígenas, pues no necesitamos un Estado asistencialista que lo regale todo, sino un Estado que cumpla los acuerdos, que respete nuestros derechos y que apoye nuestros procesos organizativos y autónomos, un Estado que hoy tenga las facultades y el interés de negociar y de cumplir los acuerdos con los pueblos ancestrales del país. 

ORGANIZACIÓN INDÍGENA DE ANTIOQUIA

En Unidad u Resistencia OIA Somos Todos

Cueten con Nostros para la Paz, Nunca para la Guerra