Comunicado a la opinión pública
- por Soporte
• Comisión Nacional de Mujeres Indígenas.
• Por: Duney Muelas Izquierdo - Secretaria Técnica CNMI.
La Comisión Nacional de Mujeres Indígenas es un escenario de la Mesa Permanente de Concertación con los Pueblos y Organizaciones Indígenas (Decreto 1397 de 1997), donde lideresas y autoridades indígenas apoyan y orientan la formulación de las políticas que el Estado debe construir relacionadas con los derechos de las mujeres, la familia y las generaciones de los pueblos indígenas.
Hoy, reunidas construyendo un pre-alistamiento para lo que será la ruta metodológica que tiene como objetivo la construcción del capítulo indígena de la Política Nacional de Infancia y Adolescencia, inconsulta previamente por un “olvido” de los derechos fundamentales de los pueblos indígenas y prevalentes de la niñez indígena, nos permitimos manifestar que:
Encontramos que la opinión pública después de años de graves violaciones a los derechos prevalentes y fundamentales de la niñez indígena, hasta hoy ha reaccionado ante la terrible situación en la que viven nuestros niños y niñas en la región de la Orinoquía especialmente en el departamento del Vichada.
En particular, la prensa ha evidenciado el hambre, la miseria y la indignidad en la que se encuentra el pueblo Amorúa. Sin embargo y lamentablemente, en escenarios similares o incluso más críticos se encuentran múltiples pueblos alrededor de todo Colombia. Podemos señalar el estado de los pueblos indígenas despojados y desterrados de sus territorios ancestrales por los proyectos de agroindustria, de megaminería, minería ilegal y el conflicto armado, del que incluso la Corte Constitucional ha declarado el estado de cosas inconstitucional, sin que a la fecha se haya superado.
Por años hemos denunciado el abandono estatal en los territorios y el estado de vulneración permanente de los derechos de las mujeres, así como el no reconocimiento de los procesos de las mujeres indígenas, quienes con fuerza hemos puesto sobre la mesa la situación de los derechos de la niñez indígena en Colombia.
Por su parte, el Estado ha invisibilizado el problema de nuestra infancia, realizando políticas desde el centro del país, sin reconocer que la niñez indígena es de nuestros pueblos y requiere un acompañamiento diferencial, y con ello nos referimos a la construcción de política desde los territorios y no sobre ellos. Se han escudado en la falta de recursos económicos para la inversión en la infancia indígena, sin embargo, cuando existen los recursos estos se quedan en terceros burocráticos o en programas frívolos agenciados por ajenos a las comunidades, negando de nuevo nuestra capacidad de agencia y autonomía en la pluralidad.
Los hechos que hoy están en el foco de la opinión pública demuestran el craso fracaso de sus políticas, y llaman a una reevaluación de estas, acompañadas de nuestras autoridades quienes de manera directa comprenden la situación y las necesidades territoriales.
Muchas han sido las ONG, organizaciones, y empresas que han utilizado estos problemas para financiarse sin realmente impactar las necesidades territoriales, arrebatando nuestras luchas, haciéndolas pasar por propias. Hoy las llamamos para que dejen de beneficiarse de la miseria y realmente se pongan al servicio de las niñas y los niños indígenas. En ese mismo sentido, hacemos un llamado a los organismos de cooperación y financiadores para que se acerquen a nuestras autoridades y comprendan que somos nosotras las que comprendemos nuestras necesidades.
Para la Comisión, como escenario de defensa de los derechos de las niñas y niños indígenas es importante que este tema en la opinión pública, no se convierta en un tema que pretenda vender periódicos y revistas, sino que sea un eje de sus publicaciones de manera permanente. La visibilidad nos cuenta políticamente, la invisibilidad nos extingue el futuro en silencio.
La crisis es seria. Requerimos de una confluencia de voluntades políticas entre las que se encuentran las del Estado, la prensa, los garantes y los cooperantes internacionales en defensa de los Derechos Humanos. Por lo tanto, como Comisión Nacional de Mujeres Indígenas, convocamos:
A la prensa para que vigile, registre y visibilice de manera permanente la situación de nuestra infancia en muchos territorios donde el abandono Estatal y las políticas públicas vulneran los derechos humanos y fundamentales de nuestras niñas, niños y adolescentes. Para lo cual, ponemos de presente nuestra voluntad de abrir diálogos que les permitan conocer en profundidad las causas de este problema.
A los organismos de cooperación internacional para que se articulen a nuestros procesos organizacionales y apoyen las iniciativas con las que, desde el territorio, nuestras autoridades pretenden garantizar los derechos prevalentes de las niñas, niños y adolescentes.
Al Estado colombiano para que escuche honestamente nuestro llamado a la construcción de políticas públicas desde los territorios, con enfoques y medidas emanadas desde nuestras autoridades quienes conocen de primera mano la situación de nuestros niños.
A las ONGs para que de manera honesta respeten la vulnerabilidad de nuestros pueblos, y trabajen comprometidos por la satisfacción de derechos humanos y fundamentales de nuestros pueblos, articulados a nuestros procesos territoriales.
Por último, invitamos a la sociedad colombiana a conocer la situación de la niñez indígena y para empezar podrían acercarse a las realidades de la Serranía del Perijá o en los territorios de Caño Mochuelo, por nombrar algunos.
No queremos políticas públicas de papel y exigimos que la grave situación de la niñez indígena en riesgo de exterminio físico y cultural sean atendidas de manera integral con todas las instituciones del Estado.