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En cada una de las comunidades que integra el resguardo kankuamo, las calles que han visto transitar el horror de la guerra, hoy se visten de blanco para que a una solo voz todos los integrantes de este pueblo manifiesten este anhelo de vivir en paz.

Con actividades en la comunidad de la mina guatapuri Atanquez y los kankuamos residentes en la ciudad de Valledupar, se mostró al mundo que somos un pueblo pacifico que aboga por la paz que merecemos como país, las muestras culturales, el clamor de los niños y la unidad de este pueblo se vio reflejada en las palomas blancas que simbolizan esa esperanza de que se queden en el pasado esos tiempos malos. 

Desde la oscuridad del mundo, la paz surge como un elemento característico de la identidad de los pueblos originarios. Y por tar razón , se  concibe como un estado de equilibrio con los demás seres de la naturaleza y con el mismo. Es por ello que para el indigena tomar su cuerpo como evidencia del territorio no lo ve como un acto de ignorancia o atraso. Por eso, al encontrar su organismo funcionando sin alteraciones; su ser esta en paz.

Desde esta óptica la paz se encuentra visionada  como la pureza libre de impurezas, como los movimientos de la tierra sin obstáculo alguno. Bajo esta concepción, los pueblos originarios se han encargado de generación en generación de tejer esa paz interior y, entre sus hermanos. Tejido que es interrumpido con la afloración o el surgimiento de la modernidad. Es decir , con el “progreso” surge una serie de antisociales actitudes y comportamientos que empañan la ancestral forma de ver la existencia humana; entre ellos: la división de  clases, la exclusión, el soborno, la impunidad, la corrupción, violaciones, torturas y muchas manifestaciones mas.

Hoy, el desplazado nativo mira desde los cantamos a los que ha sido reducido como ese mensaje de paz que milenariamente ha conservado y transmitido, se diluye en el inmenso mar de la ambición y en la prostitución de la sana convivencia; dejando funestas secuelas entre sus miembros

Es por ello que, haciendo eco de los centenares de víctimas del conflicto colombiano, en particular de los Kankuamos que tuvieron la desdicha de ver cortado todos sus anhelos. Le estamos diciendo a Colombia y al mundo entero que no Somos cultivadores de la guerra, somos sembradores y sembradoras de paz.

 

Los pueblos indígenas de Colombia, con los hermanos afros y campesinos, en Minga de resistencia pacífica, a una sola voz proclamamos:

¡Me Muevo por la Paz!

¡Yo porto el Bastón de la Paz!

¡Cese Bilateral al Fuego Ya!

¡Por las víctimas me muevo por la paz!

¡Paz con Justicia Social!

¡Ante el fusil la palabra!

¡Somos territorios de Paz!.

¡Nos cortan ramas, pero no las raíces!

¡Cada uno puede alcanzar a otro, juntos pacificaremos al mundo!

¡Cuenten con nosotros para la Paz, nunca para la guerra!.

 

 

AUTORIDAD NACIONAL DE GOBIERNO INDÍGENA – ONIC

¡Cuenten con nosotros para la Paz nunca para la guerra!

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