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Conscientes de que la educación es uno de los pilares más importantes en la formación de seres humanos libres y armonía con la naturaleza, y que ésta depende en gran medida de la labor realizada por los miles de docentes de todo el país, así como de nuestros maestros y maestras indígenas, la Organización Indígena de Antioquia (OIA) reitera su apoyo a los cientos de profesores que hoy permanecen en cese de actividades a nivel nacional.

Docentes que exigen al Gobierno la reivindicación de sus derechos, como uno de los sectores populares más importantes de la nación, derechos que según Luis Alberto Gruber, presidente de la Federación Colombiana de Docentes (Fecode) se resumen en una mejora salarial, la evaluación de competencias, el acceso a la salud y gratuidad en la educación y para nosotros los pueblos indígenas, en una educación autónoma y acorde a las cosmovisiones y realidades culturales y organizativas en el contexto, es decir, en el Sistema Educativo Indígena Propio (SEIP).

Desde la OIA estamos convencidos de que esta labor no es sencilla y de que las reivindicaciones de los maestros siempre serán justas, pues es uno de los sectores sociales que históricamente no ha sido recompensado como es debido si se tiene en cuenta el gran aporte que le brindan a toda la sociedad y al país.

Las maestras y los maestros en Colombia merecen ser oídos y atendidos, creemos que éste es el deber del Gobierno, por eso hacemos un llamado para que sea respetada su protesta social y para que las partes involucradas del Estado se sienten a dialogar con Fecode, en busca de soluciones a este paro nacional.

La presidenta de la Organización Indígena de Antioquia, Aida Suárez señaló que la realidad de las y los maestros indígenas del departamento no dista mucho de la realidad de los docentes que hoy exigen sus derechos y que están en paro.

Así mismo agregó que se hace necesario que el Gobierno Nacional reglamente en concertación con los distintos representantes de los pueblos indígenas, el decreto 1953 para poder avanzar en la construcción de un Sistema Educativo Propio y pertinente, de tal manera que se pueda garantizar un trato diferencial que lo único que revela es que seguimos siendo sometidos a las normas y las lógicas occidentales.

Por su parte, el coordinador del Programa Cultura y Educación de la Organización Indígena de Antioquia, Guzmán Caisamo Isarama, dijo que el departamento sólo cuenta con cerca de 66 etnoeducadores nombrados bajo el Estatuto Docente 2277 de 1979, que los beneficia con ciertas garantías y derechos laborales, que no responden a las reales condiciones de los docentes de las comunidades, en tanto que no son valoradas otras acciones y responsabilidades.  Caisamo explicó que la realidad de otros 218 maestros y maestras que trabajan en territorios indígenas no gozan de estas mínimas garantías laborales, puesto que la gran mayoría de ellos a pesar de ser licenciados son remunerados bajo la categoría de bachiller.

En ese mismo sentido, Aida Suárez puntualizó que se hace necesario garantizar las condiciones para continuar en la elaboración del estatuto docente indígena, pues así se estaría reconociendo realmente la labor de las y los maestros indígenas, que va más allá del aula, la tiza y el tablero en tanto se asocia por las comunidades como un referente, no sólo educativo, sino también, social, político y cultural.

Así mismo, hizo un llamado Gobierno Nacional para que  los derechos laborales no sólo de los docentes no indígenas, sino también de los maestros indígenas sean reconocidos y valorados por el Estado, derechos que según ella, garantizaran la calidad educativa de las nuevas generaciones del país, con pertinencia de acuerdo a cada contexto.

 

 

 

 

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